ORIAN BRITO PEÑA -
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EL UNIVERSAL
Podría ser el título de una crónica sobre violencia doméstica o la presentación de una telenovela mexicana, pero no, es una expresión que se asemeja a la realidad del país, a menos de un mes del proceso electoral reaparecieron un sin número de protestas en su mayoría por la deficiencia del Gobierno en materia de seguridad, adjudicación de viviendas, deudas laborales, entre otras.
La guarimba popular se protagoniza todos los días en alguna calle, incomprensible que la mayoría de los electores hayan preferido mantener esas condiciones, siendo lo más triste cuando en medio de las manifestaciones además se autodenominan chavistas o creyentes del proceso, ¿será el precio que tienen que pagar a ver si reaccionan frente al engaño? Mientras las protestas se reproducen, la inseguridad, que no influyó en la voluntad de los electores, sigue cobrando víctimas, esta semana el llanto de la señora Liliana Viloria, que fue sorprendida por cuatro motorizados que querían secuestrar a ella y su esposo cuando iba a su trabajo en la Cota Mil, representa lo peligroso que se ha convertido el intento de tener una vida típica o "normal".
Un año complejo para una nación donde no se detienen el incremento de sus problemas, en este momento las alarmas están encendidas con la resolución 058 del Ministerio de Educación, la cual elimina las sociedades de padres y entrega a los consejos comunales que no son más que mecanismos ideológicos implementados por la "revolución", el acceso a la educación. Además, derrotar electoralmente a la propuesta de enmienda constitucional que hizo el presidente Hugo Chávez en el 2007, no fue suficiente, pues ahora se plantea a través de la imposición, la instauración de las comunas, las cuales quitaría competencia a las alcaldías y otras dependencias constitucionales. Independientemente del contexto o el argumento que sustenta a las comunas, tal y como lo denuncia constantemente la organización civil "ciudadanía activa", representan una violación a la constitución nacional que no la contempla en ningún aspecto.
En el ámbito político, comienza la cuenta regresiva para las elecciones regionales, el ventajismo el cual constituye uno de los principales enemigos del proceso se presenta nuevamente, el Consejo Nacional Electoral, violando cualquier reglamento migró a los candidatos del PSUV, para circunscripciones donde no están inscrito, sin disimulo alguno el ente electoral continúa con el propósito de desmotivar a los electores, muchos quienes se sienten indefenso frente al abuso de poder y la falta de compromiso y responsabilidad de los rectores, en su rol de servidores públicos al frente de una de las instituciones mas esenciales para la democracia participativa y protagónica.
Frente a un esquema tan negativo, queda la incertidumbre sobre los parámetros utilizados por la Fundación Nueva Economía, para medir el bienestar sustentable, el cual reveló que Venezuela es el 9no. país más feliz del mundo. La definición de felicidad queda entre dicha, cuando una familia tiene menos acceso a alimentos, menos poder adquisitivo y corre el riesgo de perder la vida en manos de la inseguridad. Posiblemente el resultado electoral tuvo influencia en el estudio, pues 55% decidió mantener el proceso que brinda "la mayor suma de felicidad posible".
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